Wednesday, December 27, 2006

Odas a la hada que toma kumis y fumka ganya.

Por: Casino Black-pokar


Nirvana 1. La pulpa de tus entrañas.

21/12/06
En las calles no hay nada más próximo que la muerte o el olor a carbón tostado, y qué decir de los vahos de la comida, antojantes y detestables al mismo tiempo.
También de esa misma manera sorpresiva uno se puede encontrar latas vacías, ojos llorosos, pedazos de borrador que no besaron el rostro de una mina, bocas que se calmaron al ser descubiertas o, a manera de alucinación, una par de gatos del color de la luna y el sol.

Para tratar de no caer en todas estas posibilidades trasgiversadas, lo único que hallé posible fue un escape, una fuga en el periplo nocturno de las esquinas y de los humos salidos de los tubos rojos, rotos, y perfectos para que el alma se vaya.
Yo, hombre de ropas muy pegadas al cuerpo y siempre con audífonos en los oídos, bailo en toda la furia de la urbe para no ser una ficha en un mal juego y para conocer la caricia del viento lleno de alientos y de fugas de la risa y el llanto, corro y miro con los ojos sin velo para darme cuenta de la oscuridad insensata que nos cubre y para saborear con cansancio una copa pequeña llena de tu sangre y del limón roto de tu amargura. En el bar de mis paradas eres un loto bajo el funeral de un charco.

Simplemente una tarde que se cansaba con el frío vi que tu soledad te abandonaba por la amenaza del filo de mi sombra, y tu viste que una cabellera roja partió de mis adentros por la furia de tus besos y la alquimia de tus ganas. Nos unimos como moscas a las flores o como miel a los pancakes; nos separamos bajo la saturación liza y plateada de la luna; y para qué?
……Para simplemente decir que las carnes se buscaron y la locura se abrazó a la discordia, mientras una fresa negra caía sobre un plato de leche abandonado por lobas, por gatas y animales que al pronunciar nocturnos , sepultan su lengua en el lado oculto de la luna. Tú y Yo nos caemos desnudos en un cofre de claveles y sangramos de dicha y gozamos de la furia, quemamos cada pétalo y la ceniza del fénix que los dos encarnamos en tu sudor, se arrulla bajo el alba y su azul indescriptiblemente brillante, saturado, tejido por los gemidos del vino y la pulpa de tus entrañas.


Nirvana 2. Non Stop.

26/12/06

Desde la tierra de los hongos tu voz un poco embotellada me creció la sapiencia y el sueño nocturno. Como banda sintética de energía, cada una de tus palabras me hizo llover acá, en esta Bogotá muy fría, un poco de consecuencia color pólvora y miradas, simples miradas callejeras y puestas en el regazo de mi recuerdo.

Nirvana, no sé por qué te veo en ocasiones tan alocada como una hoja amarilla perdida entre los dedos de un búho que vuela en un parque azul. Verdes se pintan tus labios,
suaves alitas caen sin fin.
Vives los días a diario, con humos y vino,
pero sales corriendo en abril.
La cascada pintada de tu cara de antes
crea un estigma y borra el cenit.
Y no solo el cenit sino lo reversible de toda esta realidad pendiente, lo irreparable que pudiera tener el hastío que a veces te produce todo. En muchas ocasiones temo caer en tu gleba odiada o en tu masa huérfana.

Todo esto parecen ideas dispersas y no creo que alguien pueda entenderlas mejor que yo. Pero mejor en cuanto a tu presencia, porque sin tus ojitos vino con bosque de hojas rojas, no puedo ya tan fácil ser amante y burbuja de tu cardio en la sangre que me desea, menos me puede ser permitido.
¿Qué hago con el poco de desgracia que me toca, con la faena interminable de sables que arrinconan tus movimientos, con la servida oceánica de tus labios?
……Contéstame, gitana que hueles a sudor azucarado de éxtasis, mujer saboreada por la música de máquinas con filtros, silencio femenino, abrazo parqueado en los hoyuelos de mi cuerpo y de mi alma.
Pare, señorita de claveles verdes en las uñas, por favor, su embestida placentera de cosquillas con corchos de oro y su mirada agónica de sexo. Pare lo que la detiene para tenerme.

Saturday, December 23, 2006

Nirvana

Por: Andreas Casta

Si a Nirvana la conocí
es porque a los gatos les gusta la luna
y a las estrellas les encanta rebotar su luz en el pavimento.
Si a la muerte llegué por el costado derecho
tal vez la hoz sea ciega y no perfore mi costilla,
o simplemente, bajo el clamor de una grito mazoquista,
llegue e besarme con un olor a perfume que salga de su carraca
como polen de lotos caídos en pantanos verdes.

Quiero creer hoy mujer que nada de tu transparencia fue planeada para enceguecerme
ni que mucho de tu causa fue creada para ultrajarme.
Quiero pensar, más bien, que tu sonrisa de alas de águila y tu mirada de bosques de vino
es una señal perfecta en la que vi una posibilidad de besos,
de caricias, de palabras, de locuras.
Blanca dama perteneces a la nocturna incauta de tu pecado
y te estremeces bajo el temblor sincero del aniz o la cebada pendenciera.

Hay algo que pasa dentro de tu cardio y el mio
en el momento en que sobre mí
te colocas como sábana de levedad perfecta.
Pluma tranquila que no trotas la brisa
haces braza naranja y violeta mi sangre y mi carne
mientras en la fuente de lino de tu espalda
cae mi mar de lágrimas y salibas ardientes.
No sé a qué momento del tiempo perteneces,
pero sí sé que los dos somos unas líneas perfectas sobre un mesón de madera
y bajo el círculo de una Quartz de oro o de mermelada de mora.


Te digo todo esto, profundidad demente que bailas en marmol,
porque el alcance de mi poesía sólo roza el filo vacío de tus ternuras
y apenas toca, como una punta de alfiler calcinado,
el poco de azufre que dejas botado tras el humor de tus gemidos y tus sudarios.

Friday, December 22, 2006

Prólogo del urbanauta

Por: Andrés Castaño

La ciudad es un crucigrama que nadie resuelve,
un acertijo que se divide en cuadritos verdes,
negros y grises pero que no puede ser tocado por la tinta
sino por el agua de la lluvia;
las gotas de la tarde
escriben sobre los andenes y tras los pasos de caminantes
abandonan una historia.
Un relato oscilante entre lo trágico y lo patético.

¿Será que soy una pregunta que se resuelve en el instante
[en que se anhela?

…Apenas llego para lograr un humo áspero o una flor amarilla.