Por: Andrés Castaño
La ciudad es un crucigrama que nadie resuelve,
un acertijo que se divide en cuadritos verdes,
negros y grises pero que no puede ser tocado por la tinta
sino por el agua de la lluvia;
las gotas de la tarde
escriben sobre los andenes y tras los pasos de caminantes
abandonan una historia.
Un relato oscilante entre lo trágico y lo patético.
¿Será que soy una pregunta que se resuelve en el instante
[en que se anhela?
…Apenas llego para lograr un humo áspero o una flor amarilla.
Friday, December 22, 2006
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